martes, 31 de julio de 2007

Con la caja de Carilinas vacía

Finalmente, el jueves volví a ver al Cadetito.
La semana pasada faltó al trabajo porque falleció el padre.
Como no soy tan desalmada, lo ayudé con todos los trámites para llevar a cabo el velorio y el entierro.
Lo contuve mucho, pero espero que sepa que la decisión de no seguir lo nuestro sigue firme y que, aunque lo haya acompañado, no vamos a estar juntos.
¿Podremos ser simplemente amigos?

El viernes tuve que ver a mi terapeuta, aunque no me tocaba ir, porque todo esto me hizo recordar a personas que ya no están en mi vida y que extraño profundamente.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pasará, Oficinista, la tristeza pasará.
Que te las arregles para pergeñar un título simpático (incluso gracioso)habla de tu destreza como escritora.
Saludos.

Unknown dijo...

ay pobrecito el cadetito
que pena me dio.
y a mi tambien me pone muy triste ir a velorios...
snif.

. dijo...

La verdad que sigo tu vida en la oficina como si fuera una novela, pareces una mina muy agradable, te dejo un saludo.

Lulis*~ dijo...

tenes don de gente y eso se nota....
seguro qeu lo va a entender... mas bien, en este momento tiene otras cosas en que pensar y digerir :(

saluditos!

Anónimo dijo...

claramente...un monolito para tu terapeuta

rck dijo...

Fanático de tu vida de ahora en mas. Me lo leí desde el principio, ja. Saludos.

Canela dijo...

Las cosas tristes y ajenas siempre nos agarran y nos hacen recordar a personas que se fueron. Son momentos en los que paramos y empezamos a pensar de más. Suele pasar pero pasará.

Pobre cadetito =(

Besitos!