jueves, 28 de junio de 2007

La Cabeza Quemada

La Pasante Culona me tiene total y completamente podrida.

Dejó el hábito de escarbarse los oídos en busca de cera para cambiarlo por el de las flatulencias (por ser fina).

Me voy a poner la gorra y le voy a decir a mi jefe que la tiene que despedir, porque además de desagradable es una inútil!

Mi terapeuta me va a decir que el autoritarismo me queda mal

6 comentarios:

Unknown dijo...

y si te pegas un faltaso?
creo que te vendria bien.
y de paso el cadetito se enferma y falta también!

ROBERTITA dijo...

ponele el pie.....
si se pega un pequeño golpe, por lo menos te vas a sonreir

gusma dijo...

independientemente de que la mina sea un adefecio inútil, esa es una actitud muy botona que la estoy sufriendo yo en otro lugar.

podés hacerla sufrir y que renuncie, pero es muy cobarde ir al jefe a mandarla al frente.

La Oficinista dijo...

willowcita: la del faltazo es buena... pero ya están sospechando sobre lo mío con el Cadetito... así que la veo difícil... pero yo solita... mmm...

robertita: se cae sola, no necesita ayuda... en ese ámbito estamos muy bien!

gusma: entienda que yo fui a mandar al frente a una persona incapacitada para trabajar (o con capacidades diferentes). Yo soy de las que aplauden el esfuerzo... pero a la Pasante Culona no puedo aplaudirle nada, nada... mmm... nada!
En lugar de ir para delante va para atrás... no aprende, no aplica, no lo intenta... no le interesa.

Igualmente, espero que lo suyo se solucione!

Anónimo dijo...

Efectivamente se solucionó.

Los comentarios del botón surtieron efecto y desde el viernes soy un desempleado más.

Hacele lo que quieras.

PERO LO MÁS ODIOSO EN LA TIERRA SON LOS BOTONES.

La Oficinista dijo...

gusma: lamento su situación, pero el tema de la pasante supongo que es completamente distinto. Jamás iría a "botonear" a alguien que demuestra esfuerzo o ganas de superarse. En este caso estamos hablando de una persona a la que no le interesa el trabajo, lo hace mal y no se preocupa por aprenderlo. Complica mi rutina laboral y la de los demás.
Si ud hacía bien lo suyo, lo que tenía a su alrededor no era un botón, sino un boludo.