Cortando y Pegando

Estoy en la oficina.


Mi súbdito me fue organizando las fotos mientras yo las iba editando en un video (demasiado simple para un profesional... muy complicado para una oficinista)


Foto por foto, empleado por empleado le buscamos algún político, actor, cantante, dibujito animado, personaje histórico, de ficción o lo que se nos viniera a la cabeza en el momento...
Surgieron trabajadores parecidos a casi cualquier ente... Gollum (del señor de los Anillos) estuvo presente, como así también cada personaje de Lost. El parecido que nos llamó mucho la atención es la de un integrante del directorio que fácilmente podría ser primo hermano de Mick Jagger. El jefe de seguridad es igualito a Fidel Castro y tiene un empleado parecido a Bush cuando era joven.


Obviamente, mi súbdito pidió comida. "Me quedo para que no quedes sola trabajando... de paso te doy una mano ¿dale?". "Dale!"


Mientras seguía cortando, pegando y editando para que todo siguiera el ritmo de la música, empezaron los masajitos en la espalda. Unos besos en la nuca, y sin siquiera percatarme mi súbdito me estaba dando un beso divino... lento y romántico en los labios. Uno de esos que te da una persona que conoces hace años... un beso conocido, que nos unía... es raro, porque ya nos habíamos besado y no había sentido eso, pero supongo que el Mezcal en nuestro aliento y neuronas podría haber alterado el poder de los besos.


Cuando mi conciencia volvía a su lugar, le dije que eso que había pasado, no iba a volver a pasar... por lo menos en la oficina (pero esa parte no se la dije)


Sonó mi interno. La comida había llegado.


No volvimos a hablar del tema. Nos seguimos divirtiendo con los parecidos, un rato.... hasta que terminamos el video y se ofreció a llevarme a casa. Le dije que iba a preparar un backup y que me iba a demorar un rato. Me saludó desde la puerta.


La verdad es que si me iba con él, íbamos a terminar lo empezado en México... y, de ser así, preferiría estar divina, sin estas ojeras de horas extras, con uno de esos conjuntos que le quedan tan bien a Araceli (aunque a las simples mortales nos queden bien y punto...) y 100% segura de que no me voy a arrepentir (o, aunque sea, superando el 50%)


Siendo las 23... me voy a casa.
Taxi!


Nota: Gerardo, yo no sé si alguno de sus mails influyó en mi conducta de hoy, pero cuando terminé este post, me acordé de Ud. Saludos!